A la hora de realizar una obra o reforma en una casa, local comercial o fábrica de nuestra propiedad, en muchas ocasiones surgen dudas sobre cuáles son los materiales y acabados más interesantes para que el resultado sea exactamente como se esperaba o incluso mejor.
Una de las dudas más habituales surge a la hora de decidir sobre el tipo de material que se utilizará para el suelo: el hormigón pulido y el hormigón impreso son dos de las técnicas más deseadas por los clientes que acuden a empresas especializadas en pavimento, pero muchos de ellos acuden a las empresas que realizan este tipo de trabajo con una duda: ¿Hormigón pulido o impreso?
Hormigón pulido
Este tipo de suelos básicamente se realizan con un hormigón que se pule con el objetivo de lograr un resultado estético interesante y atractivo. Se trata de un tipo de pavimento muy resistente y que responde muy bien al paso del tiempo y al desgaste.
El suelo de hormigón pulido está muy recomendado en el caso de factorías o lugares en los que el suelo va a sufrir mucha actividad que pueda deteriorarlo rápido.
Hormigón impreso
El hormigón impreso ofrece muchas más posibilidades estéticas que el primero. Aunque habitualmente se ha utilizado en patios y jardines, cada vez son más los usuarios que optan por utilizar el hormigón impreso en interior.
Se trata de un material que se presta a un amplio catálogo de terminaciones, colores, etc.
¿Entonces, cuál elijo?
Ante la duda de cuál de estos dos tipos de pavimento elegir para una obra o reforma, siempre es recomendable contactar con una empresa especializada en este tipo de trabajos y comentar a sus instaladores las dudas y necesidades que se tienen. De este modo, se logrará dar con la opción más correcta y que satisfaga de mejor manera todo lo que el cliente espera del suelo de hormigón.
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